El término enculturación es un compuesto del prefijo griego en „en“ y el sustantivo latino cultura „tratamiento, cuidado“ (cf. Walz 2010, 8) y en este contexto significa todo lo que es cultivado, es decir, influenciado por las personas (cf. Pohl 2008, 9). La teoría de la inculturación puede clasificarse en sociología y antropología, por lo que una clasificación clara en categorías científicas es tan difícil como una definición válida en general del término.
Definición
El término enculturación es un compuesto del prefijo griego en „en“ y el sustantivo latino cultura „tratamiento, cuidado“ (cf. Walz 2010, 8) y en este contexto significa todo lo que es cultivado, es decir, influenciado por las personas (cf. Pohl 2008, 9). La teoría de la inculturación puede clasificarse en sociología y antropología, por lo que una clasificación clara en categorías científicas es tan difícil como una definición válida en general del término.
La inculturación como parte de la socialización
A pesar de esta diversidad, todas las definiciones tienen en común que describen principalmente formas de apropiación cultural en la infancia y la adolescencia y, por tanto, definen la inculturación. En consecuencia, la enculturación está inseparablemente ligada a la socialización, es decir, al „conjunto de todos los procesos de aprendizaje […] que resultan de la comunicación discursiva recíproca de los seres humanos con su entorno“ (Carlsburg 2011, 29). Claessens también describe la inculturación como parte del proceso de socialización y la subdivide, por un lado, en la subárea de la sociabilización, por la que se entiende la base emocional, la comunicación de los requisitos básicos del mundo y una fijación social primaria. Por otro lado, la vincula a la inculturación, que se caracteriza por la interacción entre padres e hijos, los entornos familiares y la fijación social secundaria (cf. Claessens 1962, 23).
La inculturación como proceso de socialización
De las definiciones presentadas se desprende claramente que la inculturación se considera un proceso independiente que, sin embargo, siempre forma parte de la socialización. Se parte de la base de que se trata de un proceso que dura toda la vida y que, influido por diversos factores e instancias, comienza con el nacimiento y tiene un efecto determinante sobre la personalidad y la cultura (cf. Claessens 1962, 100; cf. Toaspern 1971, 36).
El comienzo de la inculturación con el nacimiento se describe de tal manera que el ser humano recién nacido se ve inmerso en un medio en el que una determinada cultura moldea al ser y le obliga a adoptar determinados patrones desde el principio (cf. Claessens 1962, 100). Esta inculturación temprana se profundiza y modifica a través de diversas instancias.
Familia, escuela y grupo de iguales
La primera instancia y la más importante es la familia, a través de la cual el niño construye una identidad del yo rudimentaria. Como fundamento del desarrollo posterior del niño, esta fase está estrechamente vinculada a la inculturación y constituye su base. Además, el comportamiento de los padres y el de otros enculturadores debe considerarse siempre en el contexto de la impronta cultural (cf. Carlsburg 2011, 30). Es necesario separar la inculturación de la educación, ya que la educación pretende influir en el comportamiento y modificarlo, mientras que la inculturación se produce de forma casual (cf. Carlsburg 2011, 31).
La escuela también asume una función de socialización e inculturación al preparar para la participación madura en la sociedad y proporcionar instrucción sistemática en técnicas culturales. Otras funciones son, por ejemplo, la función educativa y la función de crianza (cf. Carlsburg 2011, 33).
La tercera y última instancia de socialización son los grupos de iguales. En comparación con la interacción con adultos, estos permiten una mayor libertad en la relación simétrica entre niños y jóvenes. En esta instancia pueden surgir conflictos con las normas y valores existentes, por lo que también aquí puede encontrarse una nueva cualidad de la inculturación (cf. Carlsburg 2011, 36).
Objetivos e interacciones
Estos casos de socialización e inculturación ponen de manifiesto cómo pueden adoptarse inconscientemente patrones de pensamiento y acción a distintos niveles. En este contexto, el desarrollo de la personalidad, moldeado por los procesos de enculturación, educación y crianza, debe entenderse como el objetivo de la socialización.
Estos procesos están estrechamente interrelacionados, ya que son „una ayuda significativa para crecer en la cultura respectiva y, al mismo tiempo, están ellos mismos culturalmente coloreados“ (Carlsburg 2011, 35).
A la inculturación también se le atribuye una importancia crucial en el contexto de los encuentros interculturales: cuando diferentes culturas se encuentran y tiene lugar un proceso de cambio en la inculturación de grupos e individuos a través de la aculturación (cf. Carlsburg 2011, 38).
Literatura
Carlsburg, Gerd-Bodo von (2011): La enculturación a través de la adquisición de competencias sociales. Fráncfort: Peter Lang.
Claessens, Dieter (1962): Familia y sistema de valores. Un estudio del „segundo nacimiento sociocultural“ del hombre. Berlín: Duncker & Humblot.
Pohl, Reinhard (2011): La competencia intercultural. En: Pohl, Reinhard (ed.): Alemania y el mundo. Kiel: Magazin.
Toaspern, Horst (1971): Der Kulturaneignungsprozess. También una contribución a la sociología política. Stuttgart: Ferdinand Enke.
Walz, Hans (2010): Integración, asimilación, aculturación, acomodación, enculturación. Grundbegriffe des Migrationsgeschehens: https://www.akademie-rs.de/fileadmin/user_upload/pdf_archive/barwig/2010_ORWO/Walz_Migration_-_Grundbegriffe_…27.10.2010.pdf [23.06.2018].
Wurzbacher, Gerhard (1963): Sozialisation – Enkulturation – Personalisation. En: Wurzbacher, Gerhard (ed.): Der Mensch als soziales und personales Wesen. Contribuciones al concepto y la teoría de la socialización desde la perspectiva de la sociología, la psicología, la ciencia del trabajo, la medicina, la educación, el trabajo social, la criminología y la ciencia política. Stuttgart: Ferdinand Enke.