El término apropiación cultural describe en el sentido más amplio la aceptación de un aspecto cultural que no pertenece a la propia cultura. La apropiación cultural es especialmente interesante porque los fundamentos de las disputas culturales se revelan en las reivindicaciones de propiedad y las estrategias de exclusión (cf. Hahn 2011, 19). Por ello, la apropiación cultural suele criticarse como robo o falta de respeto.
Aspectos de la investigación
La apropiación cultural se centra en el cambio cultural (cf. Hahn 2011, 11s). Sin embargo, la adopción de elementos individuales de una cultura, como ropa, joyas o similares, no entra inmediatamente dentro de este término. Solo cuando se utiliza de forma peyorativa, hostil o irreflexiva, suprimiendo o ridiculizando así la cultura respectiva, se habla de apropiación cultural (cf. Krieg 2019, 105). En ocasiones, la apropiación cultural también se equipara con el robo y la destrucción de culturas marginadas (Cuthbert 1998, 257).
El proceso de apropiación no pretende homogeneizar culturas (=una cultura uniforme) ni fragmentar culturas (=destrucción de culturas) (cf. Hahn 2011, 13). El objetivo es más bien adoptar la propia cultura en ideas culturales nuevas y diferentes. En última instancia, por tanto, puede surgir una nueva cultura a partir de aspectos de todas las influencias implicadas (cf. Hahn 2011, 13s).
Relevancia social
Sin embargo, la apropiación cultural no se desarrolla de forma armoniosa y es un tema controvertido, especialmente hoy en día, que encuentra repetidamente su lugar en el panorama mediático. Por ejemplo, una web estadounidense informa sobre „11 famosos que han sido acusados de apropiación cultural“ (Seventeen). Sin embargo, el ZEIT 2020 señaló que se trata de algo más que de ser culpable. Se trata de „la vulnerabilidad y el deseo (…), el complejo de la identificación cultural con la dimensión de la apropiación“ (ZEIT) y de „la estructura racista de la descontextualización de los estereotipos“ (ZEIT). Esta valoración negativa se ve parcialmente respaldada por la erudición. Denise Cuthbert, por ejemplo, describe la apropiación cultural como robo en 1998 y muestra una destrucción de las culturas indígenas a través de la apropiación cultural forzada (cf. Cuthbert 1998, 257). Deborah Krieg afirma que la „motivación que subyace a las formas de apropiación cultural (…) es probable que sea tan heterogénea [como] los individuos que participan en ellas“ (Krieg 2019, 111). Por lo tanto, la cuestión de la motivación en particular es siempre un punto de controversia en el debate.
Literatura
Cuthbert, Denise (1998): Mendigar, pedir prestado o robar: La política de la apropiación cultural. En: Postcolonial Studies, vol. 1 (2). Londres, Routledge.
Hahn, Hans Peter (2011): Antinomias de la apropiación cultural: Introducción. En: Journal of Ethnology, vol. 136. Berlín, Dietrich Reimer Verlag.
Krieg, Deborah (2019): Todo es un robo. WTF is Cultural Appropriation, en: Bendersen, Eva et al. (eds.): Trigger Warning. Identitätspolitik zwischen Abwehr, Abschottung und Allianzen, Berlín, 2019 (pp.105-114), Verbrecher Verlag.
Diecisiete: https://www.seventeen.com/celebrity/g22363821/cultural-appropriation-examples-celebrities/ (última consulta 19.09.2020).
Hora: https://www.zeit.de/kultur/2020-05/kulturelle-aneignung-popkultur-stereotyp-imitation-postkolonialismus (última consulta: 19.09.2020).
Hora: https://www.zeit.de/kultur/2020-05/kulturelle-aneignung-popkultur-stereotyp-imitation-postkolonialismus/seite-3 (fecha de consulta: 19.09.2020).